El FMI se impuso a Milei y lo obliga a comprar reservas
El FMI se impuso a Milei y lo obliga a comprar reservas: temen que acelere la inflación. Las bandas del dólar se ajustarán por inflación y el Gobierno comprará reservas. Hace dos semanas Milei dio un discurso de una hora explicando que no compraba reservas porque aceleraba la inflación. El FMI se impuso a Javier Milei que deberá abandonar sus excéntricos planteos económicos y ponerse ya mismo a acumular reservas para pagar la deuda externa. Hace apenas dos semanas en un encuentro con empresarios Milei dio una larga y enrevesada exposición en la que anunció que no iba a comprar reservas, se burló de los que le pedían que lo haga y dijo que esa medida era inflacionaria porque empujaba el precio del dólar. La notable marcha atrás es calcada de lo que ocurrió antes de la renovación del acuerdo con el FMI cuando Milei y Toto Caputo rechazaban enfáticamente el sistema de bandas y definían el tipo de cambio fijo
, hasta con una columna de Milei publicada en La Nación, unos pocos días antes que el FMI le impusiera las bandas. Ahora como entonces, Milei y el equipo económico fingieron demencia y asumieron como propio el giro. La palanca del FMI para obligar a Milei y Caputo a hacer lo que no quieren fue entonces la misma que ahora: la falta de dólares genuinos para pagar los vencimientos de deuda. En enero vencen USD 4.500 millones y la jugada de Caputo de Milei y Caputo de buscarlos en el mercado salió mal: en la licitación de la semana pasada, exageradamente vendida como un "regreso" de la Argentina a los mercados, apenas sumaron unos USD 900 millones. Hasta ese momento, tanto Caputo como Milei le restaban importancia a la necesidad de acumular reservas, con un pleno a recuperar el acceso a los mercados. Esa expectativa nunca se cumplió. El anuncio del Banco Central de este lunes va exactamente en sentido contrario: desde enero de 2026, el techo y el piso de la banda de flotación se moverán al ritmo de la inflación, y el organismo iniciará un programa de acumulación de reservas. "Las bandas están bien calibradas, en particular el techo", dijo Toto Caputo hace exactamente un mes en la convención de la UIA. La presión terminó forzando la contramarcha. El mercado de deuda no se abre hasta que los financistas no vean que se acumulan reservas. En definitiva, sin financiamiento externo, es el único canal de pago con el que cuenta la Argentina. No casualmente, la semana pasada, JP Morgan distribuyó un informe a sus clientes donde advertía que "Una recalibración del marco cambiario y la introducción de un programa de acumulación de reservas basado en reglas serían catalizadores positivos para el crédito, permitiendo a Argentina aprovechar el apoyo de Estados Unidos, atraer inversión directa y reconstruir los colchones financieros antes del ciclo electoral de 2027". Exactamente lo que anunció el Banco Central este lunes. El peso del JP Morgan en la administración de Milei es imposible de minimizar. La designación de Pablo Quirno en la Cancillería fue un pedido de este banco, como reveló LPO. Caputo y buena parte del equipo económico trabajaron en ese banco, que además es el que desde antes de las elecciones y en sintonía con el Tesoro de Estados Unidos, esgrime la zanahoria de un préstamo repo, que se viene demorando. Caputo y Milei resistían la compra de reservas, porque pese a su perorata libertaria que reduce el fenómeno inflacionario a un problema de emisión de dinero, ahora reconocen que en la Argentina la suba del dólar presiona los precios. Por eso, el cambio que impuso el FMI puede agravar la inflación, según algunos analistas. El cambio, además, se produce justo cuando la inflación pegó otro salto y marcó en noviembre un alto 2,5 por ciento. El nuevo esquema que anunció este lunes el BCRA indexa las bandas en las que se mueve el dólar, según la inflación pasada. En enero, el techo del dólar se moverá entre $1.536 y $1.556, y en abril llegará a un rango de entre $1.581 y $1.675.Al atar la banda a la inflación anterior, el riesgo es que la inercia se potencie.








