Cristina: "Lo más grande que le he dado al pueblo es el empoderamiento popular".

La presidenta saliente protagonizó un hecho sin precedentes históricos 
dado que, en el último día de su mandato brindó un discurso de despedida
 ante una plaza en la que había, según cálculos de la secretaría de 
Comunicación Pública, más de medio millón de personas.
Cristina 
resaltó el hecho de poder despedirse de cara al pueblo a pesar de que 
durante los "intensos 12 años y medio" en los que gobernó el 
kirchnerismo tuvo en contra a "todos los medios de comunicación 
hegemónicos", "las principales corporaciones económicas y financieras 
nacionales e internacionales en contra" y sufrió "persecuciones y 
hostigamientos permanentes" de lo que denominó "el partido judicial".
"Si
 después de todo eso, de tantos palos en la rueda, de tantos golpes e 
intentos de golpes destituyentes, de difamaciones y calumnias, podemos 
estar aquí dando cuentas al pueblo, imagino que si con tantas cosas en 
contra hemos hecho cosas por los argentinos, cuántas cosas podrán hacer 
los que tienen todas estos factores a su favor", remarcó.
"Tengamos
 mucha fe y esperanza en que nos nos agobien, tengamos la inteligencia 
de saber que van a poder hacer las cosas porque tienen todo a favor y 
harán las cosas mucho mejor que nosotros", señaló en referencia a la 
gestión de Mauricio Macri que se inicia mañana.
Fernández de 
Kirchner hizo una rápida enumeración de las conquistas sociales y 
exhortó a que todo ello pueda ser profundizado en el siguiente período 
pero "sin censuras, sin represión, más libre que nunca porque la 
libertad de que hemos gozado los argentinos, y esto no es una concesión 
es el derecho del pueblo de expresarse a favor y en contra de cada 
gobierno".
Como saldo pendiente, Cristina deseó que "la 
democracia alcance a los tres poderes del Estado, porque parece ser que 
la democracia se aplica al Poder Ejecutivo y necesitamos que se 
democraticen y que nos sean el ariete de la democracia, ni los gobiernos
 populares y mucho menos del pueblo".
Inmediatamente recordó que 
los tres períodos en el gobierno del kirchnerismo son únicos en la 
historia ya que no hubo en el siglo pasado tres períodos de gobiernos 
democráticos que hayan pasado el mando a un cuarto. "No lo puedo lograr 
Yrigoyen, no lo pudo lograr Perón".
Mencionó luego que le hubiera
 gustado entregar los atributos del mando ante la Asamblea Legislativa, 
pero luego resaltó: "He visto muchas medidas cautelares, contra la ley 
de medios, contra decretos del Poder Ejecutivo, pero en mi vida pensé 
que iba a ver un presidente cautelar durante doce horas en nuestro 
país".
"Más allá de las diferencias políticas, aunque estén en 
las antípodas, lo más importantes es demostrarle a la gente el respeto 
por la voluntad popular", aseguró, y le dijo a la militancia en la 
Plaza: "Nosotros tenemos la obligación de ser más maduros, porque 
nosotros amamos a la patria profundamente, creemos en el pueblo, en lo 
que hemos hecho. Y porque creemos en los que hemos hecho tenemos que 
tener la actitud positiva para que aquellas cosas no puedan ser 
destruidas".
En relación a la finalización de su mandato, 
Cristina bromeó que "no puede hablar mucho porque a las doce me 
convierto en calabaza", y luego mencionó a cada grupo social y económico
 que el kirchnerismo benefició con sus políticas.
Fernández de 
Kirchner mencionó a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, a los 
trabajadores, a los científicos, a los comerciantes, empresarios y 
productores; también a los estudiantes y académicos, a los jubilados y 
hasta a los desocupados. Mencionó también entre el listado de los 
logros, la recuperación de YPF y Aerolíneas Argentinas.
"Después 
de doce años y medio podemos mirar a los ojos a todos los argentinos, 
sólo le pido a dios una sola cosa, que quienes nos sucedan por imperio 
de la voluntad popular, dentro de cuatro años, puedan decirles a todos 
los argentinos que también puede mirarlos a los ojos", anheló.
Como
 remate de su último discursos, la presidenta de los argentinos durante 
ocho años, estableció que "cada uno de ustedes tiene un dirigente 
adentro y cuando cada uno de ustedes, cada uno de esos 42 millones, 
sienta que aquellos en los que deposito su voto lo traicionaron, tome su
 bandera y sepa que él es el dirigente de su destino y el constructor de
 su vida".
"Eso es lo más grande que le he dado al pueblo 
argentino: el empoderamiento popular, ciudadano, de las libertades, de 
los derechos. Gracias por tanta felicidad, tanta alegría, tanto amor, 
los quiero, los llevo siempre en mi corazón y sepan que siempre voy a 
estar junto a ustedes", cerró. 












